viernes, 19 de abril de 2013


Como los L-users, se resisten a ser
parte de la tecnología.
Interludio 2: Pon un diseñador 
en tu vida

Si un luser común y corriente ya es porculero de cojones, ahora ponte uno que sea diseñador. El
luser diseñador es, con diferencia, el triple de cansaalmas que el luser administrativo, incluso un
27% más tocapelotas que el luser higiniero.
Salvemos esas honrosas excepciones que todos conocemos. Esos genios con buen gusto que
conocen sus herramientas y el arte les brota a borbotones por las puntas de los dedos, que te
cogen un rollo de papel higiénico para pasártelo por la puerta entreabierta del water y te da
pena limpiarte el culo con una puta obra de arte. Esos no. A esos no me los toques.
Me refiero a los otros. A los que se creen divos porque ellos diseñan. Porque chaval, agárrate
los cojones bien fuerte con las dos manitas: DI – SE – ÑAN. Dibujan, ponen color, cortan,
pegan. Lo más de lo más. Como son diseñadores tan buenos, viven en el entorno más idílico
de la empresa. Espacios amplios no, eso es como trabajar al aire libre pero con calefacción. Si
te pegas a una pared no ves la de enfrente porque la tapa la curvatura de la tierra. Luz. Luz
por todas partes. Hasta los rincones oscuros son luminosos. Les salen haces de luz del ojo de
Sauron.
Todo es armonía, pantones abiertos con gracia y lucimiento, bocetos, pruebas y gente muy
seria con un brazo abrazado al vientre y la otra la mano medio así discutiendo sobre el
magenta duduá. Y gafas de pasta y libretas Moleskine. Nada que ver con el mundo oscuro,
frío y técnico en el que nos desenvolvemos los BOFHs. Aquí cosas como la concreción, la
practicidad o la seguridad no tienen cabida. Aquí hablamos de DI – SE – ÑAR. Así, con guiones
y bien separado. Que todo el mundo se entere de una puñetera vez.
Y encima, Suprakillminds ha recibido elogios por su equipo de diseño. Agárrate los machos.
Se han endiosado. Y recordemos que son un 27% más tocapelotas que el luser higiniero
estándar.
A ningún sysadmin se le escapa que si un departamento es clave para el desarrollo de un
negocio, hay que darle armas. Y el departamento de diseño tiene armas. Buenos equipos,
buenas impresoras, buenos escáneres, tabletas digitalizadoras del tamaño de una cancha de
tenis, calibradores de pantalla, disco a porrillo… a capricho.
Pues como les han dicho que son buenos, ahora son los mejores y sus herramientas indignas
de ser usadas por sus divinas manos, miradas por sus ojos bendecidos por Afrodita una noche
que se pasó con los Gintonics y el cardamomo, y por su puta madre.
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Maison du sistèmes, le ateinde Waggdog, ¿que chatte quiegues?
-¿Hablas francés?
-Sólo tacos. Que qué coño quieres, Poshmax.
-Pues que todo esto es una mierda.
-A riesgo de arrepentirme: ¿qué es todo esto?
-La informática.
-¿Hablas de la profesión, de la industria, de la chavala de prácticas? Mira que si es la chavala,
tiene muy mala hostia.
-Qué gracioso. Me refiero a que nuestros ordenadores son los peores de la empresa.
-Y claro, eso me lo dice un ingeniero en sistemas titulado por la Universidad Europea de Los
Pitufos Maquineros.
-Ja, ja, y ja. Fíjate cómo me río. Ven al departamento que quiere hablar contigo $Hyperboss.
-Voy.
Y allá que me levanto de mi silla, dejando a MKII preguntándose a dónde voy haciendo
estiramientos.
Llego hasta el departamento de pijeño, diseño y allá que meto el hocico. Todo el equipo
reunido en torno a un $Hyperboss sonriente y dando palmadas a su equipo en la espalda por
lo bien que lo han hecho.
-Buenos días, señores y señoras- saludo.
-Hola Wardog-, me dice $Hyperboss. – Esta gente me dice que no pueden trabajar bien, que
sus equipos van muy lentos, y como sabes…
-El departamento de diseño es vital para esta empresa y todo eso.
-Bueno, haz que vayan rápido.
-¿Puedo usar látigos?
-Los ordenadores, coño.
-¡Ah! Ya van rápidos. Son Quad Cores de hace cuatro días. Van muy bien.
-¡Mentira! ¡Tienen mucho tiempo ya! ¡Hay que cambiarlos porque van muy mal!
-Ya estamos. Vale. Voy a aceptar que cacharros de estas características van mal. Verás lo
contento que se va a poner MKII cuando le lleve un cacharro de estos para sustituir su
Celeron. Presupuesto, jefe. Cuánto me puedo gastar.
-¡Lo que haga falta!
-Hostias. Cuando le pida para servidores a ver si me dice lo mismo.
-¡Menos guasa!
-Vale, vale. A ver, niños, qué se os ofrece-, les digo mientras tomo asiento y cojo una PDA
(Papel De Apuntar). Alguien gruñe cuando arranco una hoja a un cuaderno Moleskine y
mordisqueo un lápiz de la misma marca. $Hyperboss se marcha con el deber cumplido. Cómo
delega el tío.
-Necesitamos ordenadores MUY rápidos-, me dice un luser. – Que no tarden nada en cargar
las cosas.
-Hecho. Ordenadores estibadores espídicos. Bien. Más.
-Pantallas grandes y buenas.
-No me voy a meter yo donde no me llaman, pero 27″ ya es buen tamaño.
-Sí, vale, de tamaño ya van bien. Pero buenas.
-Define buenas.
-Que se vean bien.
-Buena definición-. Sonríe, el muy idiota.
-Más.
-Teclados mecánicos Cherry con lector de DNI-. Poshmax. Para qué abres la puta boca, hijo.
-$Deity me perdone por cuestionar estas cosas. Pero dime, criatura, para qué coño quieres tú
un teclado mecánico Cherry con lector de DNI si no usas más que el intro, que por no usarlo
no sabes ni los atajos de Photoshop. Y el lector de DNI seguro que te va a ayudar muchísimo a
trabajar.
-Porque son los mejores.
-Entonces sí, claro. Teclados Cherry de los mejores. ¿El de 90€ te parece ya bueno o busco
uno más caro?
-Si lo hay mejor, pues el mejor.
-El más caro entonces.
-Claro.
-¿Y tiene que ser un Cherry? ¿No prefieres un Optimux Maximus?
-Menos coñas.
-Tú te lo pierdes.
Hago una pausa dramática y afilo el lápiz con fruición. El dueño parece ser Poshmax.
-Más cositas.
-A ver, un plotter nuevo.
-Claro. Porque el que tenéis está viejo. Dos añitos tiene.
-Va fatal. Es lentísimo.
-Es que es un plotter. Si quieres rapidez…- me lo pienso mejor.- Vale. Mira, el mas caro, no?
-El más rápido y que mejor saque los colores.
-Define sacar mejor los colores.
-Tú ya me entiendes.
-No.
-Venga, no enredes, Wardog.
-Que no, que no te pillo, macho. ¿Qué es sacar mejor los colores? ¿Mejor que qué? Que no os
importe ser técnicos – digo mirando al corrillo de diseñadores con camisetas hiper hypster.-
No soy un experto en esto pero me defiendo. Venga. Decidme cómo coño compro y evalúo un
plotter que saque mejor los colores.
Silencio. Silencio sepulcral. Se miran las uñas perfectamente cortadas, de colores unas,
manicura francesa otras. Afilo el lápiz.
-Entonces, ¿qué? ¿Uno que quede a juego con las pantallas grandes y buenas?
-Wardog, ya te he dicho que uno que sea rápido y que saque bien los colores.
-No, bien no. Mejor. Tiene que sacar mejor los colores. Pero, ¿mejor que qué? ¿Que un niño de
3 años con plastidecor? ¿Que el maestro Velázquez?
-Mejor que el que tenemos.
-¡Hombre! ¡Ya es algo! ¿Podríais decirme qué cualidades del color imprime mal este e
imprimirme una muestra?
-¿Qué?
-Para enviar el fichero impreso y la muestra y que me manden una impresión de cada plotter
que me digan que va mejor que éste y que alguien del departamento me de el visto bueno.
-¡Menudo lío!
El lápiz necesita un poquito más de punta.
-¡Pues ya me diréis cómo elijo un plotter!
-¡Joder, Wardog! ¡Si el más caro siempre es el mejor! ¡Coge el más alto de gama!
-Vale-. Su cara de desconcierto ante mi respuesta es un poema. Qué ricura. A mí qué coño
más me da. Si hay carta blanca hay carta blanca.- Dime más cosas.
-Impresoras lásrr de gran formato, de sublimación y de inyección de tinta.
-¿No quieres alguna térmica?
-Vale, pon una también.
-Y una matricial, ¿no?
-Mmmm… vale. Pero de gran formato.
-¿Ocho o veinticuatro?
-No, no, una.
-Digo agujas.
-¿Para qué?
-Para la matricial.
-¿Agujas de qué?
-Nada. La mejor, ¿no? Alta de gama.
-Claro.
Poshmax, erigido en líder de los diseñadores, haciendo la compra. Otra afiladita al lápiz.
-Bien. Más.
-Tabletas digitalizadoras de gran formato.
-¿A0 o más grandes?
-¿Eso cuánto es?
-Como la vela mayor del Triana Maru.
Saco punta al lápiz.
-Entonces vale.
-Estupendo. Más.
-Algo para almacenar los datos del departamento.
-A ver… sois 10, manejáis ficheros monstruosos… Os pediré un NAS con 2 bocas gigabit por lo
menos… con 8 discos de 3 teras. Digo yo que con eso bastará.
-No, yo me refería a grabadoras de Blu-Ray.
-Pues también, hombre. Qué cojones. ¿Unos disquitos USB?
-Vale.
-¿Ratones queréis?
-Claro, te lo iba a decir ahora. Uno bueno.
-De por lo menos 6000dpi. Que esos son caros de cojones.
-Vale, pero si puede ser blanco, mejor.
-Más cosas.
-A ver… pantalla, ordenador, teclado, plotter, impresoras, grabadores…. creo que no se me
olvida nada…
-Altavoces, se os han olvidado los altavoces-, le digo con la vista fija en la viruta que sale de
afilar el lápiz.
-¡Eso!
-Claro. Dibujar sin música debe ser un rollo.
-Por supuesto.
-¿Siete punto uno con subwoofer?
-Sí, unos de esos.
-Por puesto, imagino.
-Claro, claro, esto es para cada uno.
-Vale, diez juegos de altavoces siete punto uno para diseño. Más cosas, señores, que vayan
mal o que haya que comprar nuevo porque ya no mole nada.
-Pues ya no se me ocurre nada más…
-Bueno, pues entonces ya está. Con su permiso, me retiro-, digo mientras me levanto.- He de
meditar qué compro para ustedes.
-Er… Wardog, ¿me devuelves el Moleskine?
-¿Lo cualo?
-El lápiz.
-¡Ah! Toma. Menuda mierda de lápiz, macho, no duran nada-, le digo y le tiendo un lápiz tres
veces más pequeño que hace un rato.
Subo al departamento de informática salivando de placer. Desde la otra punta del pasillo le
grito a MKII:
-¡Maquiiii! ¡Que vamos a tener Quad Cores para ti y para mi!
-¡Hostias! ¿A quién te has follado?
-No, vendrán del departamento de diseño. Mira lo que hay que pedirles-. Le tiro la nota en su
mesa cuando llego. La lee con desconfianza.
-¿Qué pone aquí? ¿El plotter más caro que encontremos? ¿Cómo que el más caro?
-El más caro, macho. Dicho por el diseñador padre.
-¿Teclados Cherry? ¿Para diseño?
-Son los más caros que conocía el tontoloshuevos de Poshmax y por lo tanto los mejores.
-Estamos apañados.
-No veas. Preparo el presupuesto que se lo voy a presentar directamente a $Hyperboss, que
se ha empeñado en tutelar el parto.
-¿Sí? Pues ale, Wardog, tú mismo.
Busco y busco todo lo que me piden, consigo los precios, monto el documento, miro la cifra
final, me carcajeo durante un rato largo. Miro la cifra otra vez, doy un sorbo satisfecho al café
y me voy a buscar a $Hyperboss. Lo encuentro rezongando en su despacho, mirando el
periódico, como debe hacer todo buen jefe.
-Hola, $Hyperboss. Aquí está el presupuesto para que me lo apruebe.
-¿Presupuesto de qué?
-Coñe, de lo de diseño.
-Hombre, haberlo comprado directamente, ¿no?
-No, que luego vienen los ruidos.
-Mira los papeles distraído hasta que ve la cifra final- da un respingo. -¿Pero qué es esto?
-Coñe, pues lo que me han pedido los de diseño.
-¿Y tú no les paras los pies? ¿Con lo que tú eres?
-¿Yo? ¡Un santo!
-Por los cojones. Vamos a ver, quita cosas de aquí.
-A mi no me mire, oiga, que yo soy un pobre informático. Las reclamaciones al departamento
de diseño.
-Ahora mismo les llamo.
Marca el hombre el número de teléfono de Poshmax. A que va a tener cargo y todo el
colega…
-Oye, Poshmax-, dice el jefe cuando descuelgan al otro lado.- ¿Qué coño has pedido? Ya. Pues
Wardog me ha traído aquí un presupuesto desproporcionado. No sé, espera que se lo
pregunto. Wardog, ¿de dónde te has sacado estos precios? ¿Cuánto te llevas de comisión?
-Los precios me los ha dado el departamento de compras. Lo mismo se llevan ellos una
comisión de la hostia. O a ver si va a ser que algún desgraciado se ha empeñado en que lo
más caro es lo mejor.
-Bueno, bueno, a ver Poshmax, ¿tú estás seguro de que todo lo que has pedido os va a
permitir ser más eficaces? ¿No podemos ahorrar algo? Bueno. Aham, vale, yo se lo digo.
Venga, adiós.
-Ansioso estoy.
-Que no hace falta que compres los teclados.
-Bueno, pues ya son casi 1000€ menos.
-Pues vaya mierda de ahorro. En fin, toma, anda, cómpralo. Lo que te gustan los cacharritos.
-Y dale. Yo estaba tan pancho en mi despacho y alguien me llamó porque otro alguien decidió
que con sus cacharros no puede seguir trabajando. Es más, una cosa le digo: si estos mejoran
el rendimiento, yo les pago los teclados.
-Veeeenga, que esa gente tiene que trabajaaaaar…
Me largo del despacho sin decir más. Paso por compras y le dejo el presupuesto al que
compra las cosas firmado por $Hyperboss y el pobre se queda blanco. Ni que el dinero fuese
suyo, vamos.
Casi un mes después llegan todos los cacharros nuevos. Claro, algunos había que pedirlos
muy lejos o los tenían que fabrica a posta. Montamos los ordenadores para los diseñadores:
Intel Core i7 3970 con 16GB de RAM, discos SSD de 480GB, aceleradora de 500€ para que les
vayan bien sus aplicaciones gráficas. Un tiro, vamos.
Monto los trastos en el departamento durante un día completo en el que los mandamos a
tomar por culo a su casa porque allí no se iba a poder trabajar. Todo montado, probado,
licenciado, funcionando, servidores cargados con datos de usuarios. Con un par de horas
extra, me quedo en silencio en el medio del inmenso departamento de diseño, con los PCs
apagados y sólo el leve zumbido del NAS del departamento, saboreando el trabajo bien
hecho.
Al día siguiente, tras despachar en 20 minutos a un contable que se empeñaba en que si a
un millón le restas 201.000, la cifra resultante debería empezar por ocho, vuelve a sonar el
teléfono. Descuelgo y sorbo un poco de café. Frío. Odio a los contables.
-Sistemas dosidós, cuenta conmigo.
-Este ordenador va muy lento.
-Buenos días, desgraciado. ¿Qué coño me estás diciendo?
-Que este ordenador va muy lento, ya me ha oído.
-Ya, pero es que no me lo creo porque es imposible que ese pedazo de mula que tienes no
pueda volar haciendo tu trabajo.
-Pues créetelo.
-Voy.
MKII levanta una ceja cuando ve que me voy refunfuñando por el pasillo.Ya sabe cuándo va a
haber fiesta y sé que se vendrá a pasárselo bien, el canalla.
Llego al departamento y me veo a Poshmax hablando en susurros con $Hyperboss. Esto no se
hace, coño.
-¿Qué pasa aquí?- espeto sin más saludos.
-Otra vez. Que va lento. Pruébalo.
-A ver…- Abro un fichero PSD monstruoso desde el NAS. Carga en un pedo. Me pongo a
hacerle perrerías y aquello vuela. Abro un fichero CAD. Render 3D. Vuela. Pues sí que va mal.
Esto mola un montón. Reinicio el sistema. Ni me creo lo rápido que ha cargado la mierda esta.
Poshmax y $Hyperboss me miran muy enfadados mientras yo sonrío porque estoy disfrutando
de la máquina. Por fin decido que aquello va bien y me retiro. – ¿Qué coño es lo que va mal
aquí?
-Esto va muy lento. Mira:- se saca un pendrive andrajoso del bolsillo y lo conecta. Lo abre, hay
un fichero PSD de algo más de 500MB. Lo abre. Tarda un rato en cargar, pero nada
desesperante, no llega a un minuto.- ¿Ves? ¿VES? ¡Así no se puede trabajar!
-Quita, escombro-. Le empujo de la silla. Cierro el programa y copio el fichero del pendrive al
disco SSD. Lo abro. Miro a Poshmax.- Míralo otra vez-. Vuelvo a cerrar y a abrir a la velocidad
del rayo. Miro a $Hyperboss. – Mire, ahora sin manos-. Cierro el programa de los cojones y tiro
una goma de borrar al intro. Se abre antes de que rebote la goma contra la pantalla.
-¡A mi me va más lento!
-Porque eres idiota. Cópialo al disco duro y no trabajes desde el pendrive.
-¡No!
-Pues entonces que te jodan.
-¡Es que se llena!
-Pasa los trabajos terminados al NAS.
-No, yo quiero tener mis trabajos en mi ordenador.
-Pues a ver cómo lo haces sin usar el disco duro, genio.
-Pues en el disco externo.
-Que va por USB. $Hyperboss, si está aquí para echarme la bronca porque “me he gastado
una fortuna en unos aparatos carísimos y esto no ha servido para nada” y tiene cosas más
importantes que hacer que esperar aquí a que desmonte payasadas una por una, ya puede ir
desfilando. Porque éste dibujará de puta madre a lápiz, pero de herramientas informáticas, ni
puta idea.
-Errr… no, si yo…
-Pues quédese-. Mi cabreo a estas alturas es considerable. Café frío. Y me tocan los huevos
con déficit de cafeína en vena. Ésto no se hace.- A ver, despojo, si te compras un Ferrari y le
enganchas un remolque cargado con cinco toneladas de estiércol, no se portaá como un
Ferrari. ¿Lo entiendes?
-Pues no sé dónde está el Ferrari, listo, porque aquí siempre trabajamos con los discos
externos y nunca ha ido tan lento.
-Te digo que sigues siendo tonto. Que si quieres que corra, los ficheros con los que estés
trabajando en el disco duro. Si no, al NAS. Si trabajas desde USB, irás lento.
-Eso no es así. Hay ficheros que van lentos desde el disco duro.
-Enséñame uno. Venga. Te reto. Me apuesto el pene de $Hyperboss.
-Verás-. Busca un fichero en su disco USB y le hace doble clic.
-No. Cópialo al disco duro-. Gruñe y lo copia en su carpeta de documentos. -Ábrelo.
-Ya verás-. Le da doble clic y $Hyperboss respira aliviado porque va a conservar su pene.
-Pues antes iba lento-. Exasperante.
-Porque lo estabas abr… porque eres idiota.
-Pueeeeees… ¡pues el plotter va mal!
-¿El nuevo?
-Sí. seguro que es de la serie de consumo.
-Sí, un plotter de serie de consumo. En sesenta pulgadas. Claro, en mi casa tengo dos, uno en
el aseo y otro en la despensa.
-Pues no saca bien ni un color. Mira.
-Imprime un dibujo y efectivamente, no se parece a lo que hay en pantalla.
-¡Wardog! ¡Eso sí que no puede ser! ¡Los colores tienen que ser exactos!
-Por supuesto, $Hyperboss. Por eso tomé la precaución de comprar calibradores de pantalla y
ajustarlas a una calibración estándar compatible con el plotter. Todo esto sin tener ni puta
idea de colorimetría ni polladas.
-¡Pues está claro que no ha servido para nada y que me has jodido el trabajo de todo el día!-
me grita muy indignado.
-Punto uno: eres idiota.
-¡Wardog!- me ladra $Hyperboss. Le ignoro.
-Punto dos: aparte de ser idiota, no tienes ni puta idea de hacer tu trabajo.
-¡Esto sí que no, eh, $Hyperboss! ¡Esto sí que no!- le tiembla la voz por la tensión.
-Mira, capullito, esto que ves en la mesa es un monitor de 900€. Es la puta repanocha en
imagen. Esto da una fidelidad de color jamás vista por ojos indignos como los tuyos. Y estaba
calibrada. Algún gilipollas ha tocado el brillo, el contraste y la gamma y ésto se ha ido a tomar
por culo.
-¡Es que a mi me gusta con mucha luz!
-¿Ves cómo eres idiota? La pantalla no ha de tener mucha luz. El negro ha de ser negro, el
blanco blanco como el soporte donde vas a imprimir. Punto. No hay más.
-¡Pues todas las impresoras nuevas están mal!
-Que no, que el defectuoso eres tú. Que estaba calibrado y probado con espectrofotómetro.
Clavao, ya te lo digo yo.
-¡Mentira!
-Verás-. Restauro la pantalla a la calibración original e imprimo. Calcado a lo que hay en la
pantalla.- ¿Ves?
-¡Es que eso es trampa! ¡Has configurado la pantalla para que sea igual que en el papel!
-¿Ves cómo eres idiota? No es trampa. Es lógica-. $Hyperboss chasque la lengua.
-Es que estos ordenadores no sirven para diseño, son muy complicados. Si fueran MACs…
-Aaaaaacabáaaaaramos. Que son más chulos. enséñame un MAC con unas capacidades como
éstas por el mismo precio.
-Pues un MAC pro…
-Y ahora me cuentas, de paso, cómo vas a ejecutar las aplicaciones sectoriales de prototipado
que sólo van en Windows…
-¿Ves cómo el que no sabes eres tú? ¡Virtualizando! ¿Sabes lo que es eso?
-Más tonto y no naces. Que te den. Yo me largo que no estoy de humor para más tonterías.
-¡Esto me lo tienes que solucionar! ¡No se puede dibujar! ¡Se atasca! ¡Mira!
-¿El qué?
-¡Mira lo mal que va! No se puede hacer ni una línea recta con este ratón-. Se pone a dibujar
e intenta dibujar una recta horizontal. Se le tuerce arriba y abajo. Una y otra vez. Lo intenta.
Coge una regla, apoya el ratón en la regla, pero como es curvo, se le gira y la línea se va
hacia abajo. -¿Ves? ¿Tú te crees que se puede trabajar así?
-Sí. aparta, zarrio. Mira-. mayúsculas. Pinchar, arrastrar. Recta perfecta.
-¿Cómo has hecho eso? ¡Lo traías preparado!
-Claro, ya sabía yo de antemano las idioteces que me ibas a soltar. No te jode…
-Y la red va fatal… no se puede descargar nada.
-Vale, ya, mira. Déjalo. Ahora mismo tu departamento tiene un hardware tan
sobredimensionado que más os vale no quejaros hasta dentro de 5 años.
-Yo me niego a trabajar en estas condiciones.
-Pues no trabajes.
-$Hyperboss, ¡dígale algo!
-¿Qué es eso de que la red va mal?
-¡Que va muy lenta!
-Falso. Mire. Cojo todos los ficheros que antes copiamos al disco duro y los echo al NAS. Se
copian en menos que canta un gallo. – Acabo de pasar más de 1GB al servidor de disco. No va
lento. Lo que pasa es que Poshmax tiene limitado el ancho de banda de internet.
-¡Así que por eso me va lento! ¡Me tenéis manía!
-Mucha. Es más, espera…- abro un cajón de Poshmax, levanto un montón de papeles y saco
media docena de DVDs que le doy a $Hyperboss. – Eso, $Hyperboss, es la colección de porno
que había en el ordenador viejo de Poshmax ocupando el espacio que no ocupaban los
ficheros de trabajo. Por eso le restringimos el acceso a la red y ocho docenas de dominios
porno.
-¡Eso no es mío! ¡Lo ha puesto ahí a posta!
-Si quiere le enseño la colección de logs. Además, los compañeros de Poshmax no se quejan y
tienen las mismas condiciones que él…
-¡Basta ya! ¡Cada uno a su sitio!- Sonrío.
-Pero $Hyperboss…
-Ni una tontería más, ¿eh? ¡Ni una!
-Pero… pero…
-Esto va rápido, que lo he visto yo ahora mismo-. Sonrío. Menos mal, coño.- No sé cómo iría
antes pero ahora va bien ¡así que a trabajar!
-Pero un MAC…
-¡Ni peros ni hostias! ¡Aquí no se desperdicia ni un duro más o ruedan cabezas! ¿Todo lo que
se ha comprado hacía falta?
-¡Pues claro! ¿Por quién me ha tomado? ¡He pedido lo mínimo imprescindible!
-¡Venga! ¡Pues a trabajar!
No, demasiado tentador. No puedo. No debo dejarlo correr.
-Poshmax, anda, salao. Enséñale lo bien que va la matricial a $Hyperboss, anda, que yo voy a
sacarme un café.
Salgo del departamento justo cuando la matricial monstruosa empieza a rugir y $hyperboss
ruge como una mala bestia. MKII estaba apostado en la puerta doblado de la risa.
-¿Y el Zen? Te he visto alteradillo.
-No me vengas a tocar los huevos tú también y págate un café.
-Va. Pero lo de la matricial ha sido un gasto inútil, ya no las gastamos ni en administración.
-Es de demo. Todavía no se me ha pegado la idiotez.
Atila
Atila lleva poco tiempo en la oficina. Le han puesto en recepción de pedidos. Es un puesto que
siempre ocupan los novatos porque se supone que no tiene más complejidad que elegir el
cliente, serie de pedido y meter las cosas que haya solicitado nuestro cliente. Y de hecho, la
aplicación no permite muchas más cosas.
Durante un tiempo, nuestro buen hombre, un tío grande y rudo, con voz grave, gafapástico
perdido (de color verde); con los brazos peludos como la pata de un oso y, por supuesto, el
cerebro del tamaño de los testículos de una mosca del vinagre hembra; pasó desapercibido
excepto en el comedor, donde trasegaba ingentes cantidades de comida. MKII y yo no
hablábamos de él más que para calcular cuándo debería terminar la digestión en función de
la composición de su comida para evitar ir al baño en las dos horas posteriores al evento, que
calculábamos inhumano y ciertas fuentes califican como “olor a cadáver de político español
enterrado en estiércol de banquero fermentado”.
Pero un buen día, Atila encontró el teléfono en su mesa. Y otro buen día, averiguó que en
“sistemas” cogían el teléfono los informáticos. O tal vez no fue un buen día. Para él.
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas, la oferta de hoy es un gotohell poco hecho con patata asada. ¿Qué desea?
-Ehto… ¿no eh ahí loh informáticoj?
-Sí señor, aquí estamos. Wardog al aparato.- como no me suena la voz ni el acento berraquil,
pues seamos amables.
-Ah. Pueh mira mi pantalla que ehto eh una mierda.
-Bien, bien…
-¿Ya la veh? ¿Eh? ¡La vej o no la vej! – impaciente, maleducado y bestia. Este se ha criado
entre jabalíes.
-Pues es que no puedo, oye.
-Pueh vaya informático. Po’ ven p’acá.
-Tampoco puedo.
-Pueh aquí me planto y cuando me digan que qué cohonej ejtoy haciendo, digo que el puto
informático no me hace caso.
-Tú mismo.
Clic. Que me gusta a mí que llamen y no diga ni quién es, ni dónde está y que por supuesto,
no use el portal de soporte. ¿Pa qué?
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas, para hablar con un humano, pulse uno, para hablar con algo inhumano, cuelgue y
mantenga una conversación mental.
-¿Wardog?
-Servidor. Es que estaba grabando unas cosillas para el contestador.
-Ah, mira, que soy el supervisor de recepción de pedidos. Tengo a Atila parado porque dice
que no le haces caso.
-Ah, que se llama Atila-. Al fin relaciono la voz con el engendro.- No, si ha llamado antes, pero
no ha dicho ni su nombre, ni departamento ni equipo, así que poco puedo hacer hablando con
un desconocido.
-Anda coño.
-Camina, pene.
-Va. Te lo paso. Puesto 173.
Conectando a puesto 173…
-¡Oye!
-Coño, tú, qué susto. Ten cuidado, que soy una persona frágil y asustadiza. Atila, ¿no?
-Jí. Que ehto eh una mierda.
-Pues no lo toques por si pringa. ¿Algún problema con el ordenador?
-¡Poh no tejtoy diciendo que ehto eh una mierda!
-Ya, pero es que para esos asuntos tienes que hablar con estercoleros y has llamado a
sistemas, así que sólo arreglamos problemas con ordenadores.
-Pueh eso tejtoy diciendo, joder. Que el o r d e n a d o r – dice muy despacio y con recochineo
– ehte eh una mierda y no puedo trabajar con él. Tráeme otro.
Oh. Ah. Este tío me recuerda alguien. Y no es por el acento. Y no es por el tono de voz. Este
tío es Pollamboca sin tetas.
-No. Para la mierda de trabajo que haces, te sobra con el que tienes.
-Oye tú, cuidaíto conmigo, ¿eh?
-Lo mismo te digo. Te conviene que nos llevemos bien. Ya sin coñas. ¿Qué cojones te pasa?
-Que me ha desaparecido la barra de la derecha. – Le tengo cabreado. Pobre.
-Um… vaya. El típico caso de la desaparición de elementos con nombre poco conciso… ¿Qué
barra?
-La de la derecha.- Esto va a ser largo.
-Vale. ¿Cómo era la barra?
-Pueh grij, como todas. – Muy largo.
-No, que qué hacía esa barra.
-¿Y tu ereh informático? ¿Pos qué va a hacer? ¡Subir y bajar las cosas!
-Ah, que no es una barra de herramientas, que es una barra de desplazamiento. Vale, vale. ¿Y
de qué puto programa te ha desaparecido?
-¡Yo que sé cómo se llama esto!
-Pues vaya puta mierda de auxiliar administrativo que no sabe cómo se llaman sus
herramientas.
-Oye, sin faltar, ¿eh? Que se lo digo a mi supervisor.
-No, si te está oyendo, y seguro que se está preguntando por qué sigues vivo a estas alturas.
Especifica o cuelga.
-Mfgrs…. pues… El programa este que entras en internet y te mete los pedidos.
-Um… ya veo por qué tanta urgencia… te quieres meter los pedidos… bien. Entra en el
programa ese y enséñame dónde se ha caído la barra.
-Entra tú.
-No, que me da la risa. Vamos, que la vida pasa, machote.
-Anda que no sois comodones los informáticos, ¿eh?
-Te quedan dos. No es comodidad, es que nos gusta ver dónde coño metéis la pata, para
poder ir a por la mula tractora y sacaros de la mierda.
-Mfrgsls….- gruñe durante un rato y se dispone a abrir el programa que trasnfiere los pedidos
desde el buzón EDI al ERP.- Ehto no va.
-Tienes que poner el nombre de usuario y la contraseña.
-No me lo sé.
-¿Y cómo has entrado antes?
-Me entra un compañero.
-Y los comodones somos nosotros. En el manual lo tienes, es el mismo para todos.
-¿Y dónde ehtá el manual ese?
-Tú sabrás, macho, en algún cajón, supongo.
-¿En el de arriba o en el de abajo?
-Verás, Atila, como soy informático, tengo las dotes adivinatorias hiperdesarrolladas. En el de
arriba.
-¡Coño! ¡Aquijtá! ¡Anda que no hay libricos aquí! ¿Y cómo lo has sabido?
-Fácil. Sois todos tan perros que no os agacháis veinte centímetros voluntariamente ni
queriendo.
-Ah, pero en ehte manual no vié ná del pograma, ná mah que de la cafetera. Hablar con
vosotroh es como cagar párriba.
-Una. Vale, no sabes identificar el manual apropiado. Te mando el manual al correo, no sea
que te reviente una meninge y la tengamos. Ea. Revisa el correo.
Mientras el señor Atila busca el iconito para acceder al correo, accedo a su escritorio y lo
quito. Así, por vicio.
-¡Wardog! ¡Que no puedo entrar en el correo!
-Chico, eres una mina. ¿Por qué no puedes entrar?
-¡Porque no tengo el programa!
-¿Cómo no lo vas a tener?
-Que te lo digo yo que no lo tengo, joder, que ha desaparecío…
-Tío, ¿tú me estás vacilando? Llama a tu supervisor. Que se ponga.
-Poj claro que le llamo. Veráh tú.
Espero a que venga el super…
-¿Wardog? ¿Me has llamado?
-Sí, que dice Atila que no tiene el gestor de correo- pongo otra vez el iconito- míralo, haz el
favor.
-Aquí está, sí, no hay problema…
-Vale, gracias, majo.
De fondo se oye “¡Cagonlahostia! ¡Pero si no estaba!”
-¿Wardog?
-Hola, Atila. En el correo ese te mando la contraseña y el usuario para acceder a los pedidos
telemáticos. Cuando lo veas, sólo tienes que copiar y pegar los datos en la web y ya podrás
entrar. Si te falta la barra esa, me lo dices que yo lo vea. ¿Vale?
-¡Buuuuuuu! Po anda que no me haj dicho tú cosah ni naaaaaa…
-Eso es que vale.
-Wardog, que tengo un problema con el correo este.
-Increíble. Sorpréndeme. se reciben loj correoh?
-En la bandeja de entrada. ¿Tú es que no tienes móvil ni nada?
-Ah, claro, no, si tiene lógica.
-No como otros…
-Vale. ¿Y cómo sé yo cuál eh el del manual?
-Lo tuyo es grave. ¿Has pensado en leer los asuntos de los mensajes?
-¿En el móvil?
-No, detrás de tu escroto.
-Mira que erej borde, tú. Si no sé me tienej que enseñar, ¿no?
-Si no sabes, no deberías estar ahí.
-Pueh no lo veo, hajta que no me lo ejpliquej bien, aquí me planto y…
-Y nada, que ahí te vas a plantar, macho. Y no olvides decírselo a tu supervisor, ¿vale?
Este se ha librado por una. Estaba probando una nueva filosofía de fresa, derivada el BOFHZen
que además implica buen rollito hasta tres veces y luego, mala leche desbocada. Pero
que no. Que no va a resultar. Lo mejor es la mala leche así, a bocajarro y el que se ponga
delante que pene.
-MKII, ¿tienes mucho lío?
-Hoy no, la verdad.
-Genial, necesito un favorcillo: investígame de quién es sobrino Atila, el que está en el puesto
173. Recepción de pedidos.
-¡Marchando una de datooooos!
-Gracias, hombre.
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas, hoy, por ser jueves, adoraremos y deglutiremos al Maestro FSM a la carbonara.
-¿Lo cualo?
-Coño, Atila. ¿Ya has entrado?
-¡Aquí no hay un dios que entre!
-RTFM- le contesto mientras adopto la postura BOFH: pies en la mesa y repatingado en la silla.
-¡Ej que lo informático no tenei vocaleh o qué!
-Tenemos. Pero de hecho, ahora mismo echo de menos poder vocalizar el símbolo de
admiración para emitir una negación avocálica.
-¡Que tío má raro joder! ¡Cuidaíto conmigooooo!
-Que si has entrado, digo.
-¡Que no se puede!
-Veamos…- vuelvo a conectar su pantalla y veo que tiene abierto el documento que explica
cómo loguearse en la web de los cojones, que ya me dirán ustedes, usuario y contraseña y
cómo, pulsando tres botones, se integran los pedidos desde el buzón EDI en la aplicación de
la empresa. Aparte del manual, hay catorce ventanas del navegador de internet. Raro.
¡Turut! MKII me dice por mensajería que Atila es, al parecer, sobrino del $Hyperboss. Joder.
Con razón va tan sobrado. Esto requiere andar con mucho tacto. Recordemos que no hace
mucho me dieron permiso para hacer el mal…
-Vale, Atila. Enséñame cómo lo haces.
-Po como tú májdicho.
-Enséñamelo.
-No me sale de los cojones.
-Cero.
-¿Cero qué?
-Que cero. Que acabas de ganar el premio gordo. Que ya está bien. Que si no sabes leer un
puto manual te vayas a tomar por culo.
-Tú no sabeh quién soy yo… pringao. Que tú no sabeh con quién tehtah jugando loh cuartoh.
-Tú no sabes QUÉ soy yo, amigo. Y ahora, tienes dos opciones: o colaboras, o esta oficina es
demasiado pequeña para los dos.
-¿Mejtaj amenazando?- grita en voz alta para que todo el mundo le oiga.
-Sí.
Silencio al otro lado. Tal vez no se esperase esa respuesta. Es normal. La gente que depende
de alguien con poder asume que puede hacer uso de ese poder, pero no asume que, para
ello, al menos deben tener un mínimo de competencia para que se les tome en serio.
-A ver- cede por fin- mira, yo selecciono el nombre de usuario aquí, en el pedefe. Y ahora abro
el navegador y lo pego. ¿Eso está bien?
-De momento lo estás haciendo bien, Atila.- Parece que se redime.
-Y ahora me voy al pedefe otra vez y marco la contraseña. Y repito la operación. Abro el
navegador y la pego. – y lo hace literalmente. Abre un nuevo navegador, le da al marcador
del EDI, pone la contraseña y le da a aceptar. Y claro, no va.
-¿Pero cómo se puede ser tan animal? ¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿En el subsótano
de un zulo?
-¡Cuidaito conmigoo! ¡Si me lo ha ejplicao ají el supervisor!
-Que ya te oí. A ver, amenázame.
-No me hace falta amenazarte, te paso con el supervisor.
-Qué pesao. Venga. Pásame.
-¿Wardog?
-Coño, qué rapidez.
-¿Qué pasa ahora? Atila está rabioso porque dice que no le arreglas nada.
-Lástima. ¿Tú sabes de quién es sobrino?
-Pues claro, hijo, pues claro…
-¿Y cuánto le tienes que tolerar tú?
-¿Eh? No me han dicho nada especial… supongo que como a todo el mundo.
-Vale, pues ponte en su puesto, que te explico lo que estaba haciendo la criatura y por qué no
se lo puedo solucionar.
Le explico, paso a paso y con pruebas cómo, un tío joven, fornido y gafapástico perdido
(green fashion) es incapaz de meter un puto nombre de usuario y una contraseña como
$Deity manda, y cómo, hacer perder el tiempo de sistemas con semejante incompetencia
debería ser suficiente para recuperar del código penal el tema de los latigazos.
-Telita. Esto… ya se lo explico yo, si eso, Wardog.
-Uuuuuyyy… me sé de uno que tiene miedito del grandullón de la verde mirada…
-Si no es eso, es que… bueno, que hay que darle una oportunidad.
-Sí, sí… vale, explícaselo, machote. Suerte.
Clic. Esto no ha terminado aquí ni mucho menos. Pues menudo es Atila. No lo presiento, lo sé.
Pero sin embargo, pasaron más de dos horas. Dos horas para aprender a copiar y pegar en
una web. Tiene huevos el tema. Y la santa paciencia que tiene ese supervisor o el miedo que
le tiene al gigante verde. Yo sencillamente le he cogido manía. Es que no puedo con la
prepotencia y con la soberbia asquerosa de quien no tiene otra cosa que familia rica. Y que
los enchufes no me gustan. Y este lo lleva trifásico el pobre. Que podría hacer como todo el
mundo y dorarle la píldora, pero es que me toca los cojones que un mentecato de este nivel
ocupe el puesto de trabajo que no puede ocupar, por su culpa, alguien competente que esté
en el paro.
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas… estamos proponiendo la estupidez como deporte olímpico.
-¿Wardog?
-¡Atila! ¡Medalla de oro! ¡De platino! ¡De adamantium! Oye, ¿conseguiste entrar?
-Sí, pero no gracias a tí, alhaja, que no tieneh paciencia ninguna, joder, que no todoh somoh
tan lihtoh como tú.
-Uy. A tí te han pegado un repaso en recursos humanos.
-¡Y tú cómo lo sabes!
-Porque ahora sabes con qué estás hablando.
-Bueno, que mira, que ya he entrao y sigue sin aparecer la barra esa.
-Veamos… -conecto con su ordenador y miro una pantalla absolutamente normal.- Oye, que
ahí no falta nada.
-¡Cómo que no! Ehto… mira, que aquí tiene que salir una barra, que en el del compañero sale
y en ehte no.
-Es que no puede salir. Esa barra sale cuando los pedidos no caben en la pantalla, y como
caben, no sale la barrita. ¿Pillas?
-Eso no e así.
-Eso es así desde que un iframe es un iframe.
-¡Que no me digas cosas raras!
-Asshole!
-¡Joder, Wardog! ¡Que te digo yo que eso no eh asín y punto! ¡Que me pongah la barra o se lo
digo a mi tío!
-Uno: Eso es así por razones que no te voy a enumerar. Dos: No te puedo poner la barra
porque esa web no la mantengo yo. Tres: aunque te la pudiera poner, no te iba a servir de
nada. Cuatro: Díselo a tu tío. Estoy deseando que me llame.
-Tú ponme la barra y yastá, hombre, ¿qué te cuesta?
-Que sale sola. Que cuando tengas más pedidos la verás. Con eso que tienes no sale porque
no hace falta.
-¿Y cómo sé yo que no hay más para abajo?
-Porque no sale la barra.
-¿Y si hay más y no los meto?
-Si no hay barra no hay más. Punto.
-Pueh vaya mierda de programa. Ehto no eh así en ninguna empresa.- pido por mensajería a
MKII el currículum del pavo este. Lo recibo en cero coma siete segundos y lo abro. Qué
eficiencia.
-Veamos… así que has trabajado en empresas en las que esto no era así, ¿no?
-Po claro, y loh informático hacían lo que leh pedíamo.
-A ver… mmm sí, aquí lo tengo, esa empresa se llamaba… INEM. Porque tú no has trabajado
en tu puta vida, macho, no terminaste de estudiar y no tienes experiencia profesional de
ningún tipo. Con treinta añazos ya te vale.
-¿Y tú cómo sabes eso?
-Tengo tu currículum en pantalla. ¿Esto lo imprimes en tarjetas de visita o gastas un folio
entero?
-¡Me cagonlaojtiaputaya! ¡Vete a tomar por culo!
Y para mi sorpresa, el grandullón coge y me cuelga. En vez de enfadarse conmigo, va y me
cuelga. En vez de enfrentarse y tirar de la manga a su tío, me cuelga. Esto ya no es lo que
era. Ya no hay emociones ni nada. Enciendo los altavoces de mi ordenador y me pongo a
buscar porno. MKII levanta la cabeza cuando escucha los gemidos.
-¿Qué coño haces?
-Buscando porno.
-Ya, joder, pero, ¿ahora?
-Es para ayudar a Atila.
-¿Con un vídeo porno?
-Y si puede ser de zoofilia, mejor.
-Mira, no quiero saberlo.
Luego de buscar un rato, doy con un par de vídeos así escandalosillos. Y por supuesto, el de
las dos chicas que se comen un helado de chocolate. Programo unos cuantos comandos
remotos que se repetirán cada cuatro minutos en el PC de Atila. Programo la hora de inicio
para diez minutos más tarde y me voy a por un café. Cerca de pedidos. Cerca de Atila. Busco
al supervisor de recepción y le invito a un café.
Comenzamos a charlar cuando al rato sobre el señor Atila, se oyen unos gemidos salvajes en
toda la oficina. Todo el mundo acude al origen y ve a Atila más colorado que un tomate,
aporreando inútilmente el teclado intentando acallar el vídeo. El supervisor sale escopetado
hacia el departamento y se encuentra con un potro de cinco patas haciendo cochinadas con
una chinita que grita sentidamente en la pantalla de Atila.
-¡Pero qué estás haciendo, Atila!
-Yo… yo… ¡nada!
-¡Pero como que no! ¿En vez de trabajar te pones a ver porno en la oficina?
-¡Es que Wardog no me arregla nada!
-Como si eso fuera excusa… Cierra eso ahora mismo y ponte a trabajar, ¡vamos!
El chico lo cierra como buenamente puede y se pone a trabajar. Al rato, salta otro vídeo. El
supervisor casi escupe el café al escuchar los gritos brutales que emergen no ya del PC de
Atila, sino del despacho. Gritos de asco, de repugnancia, como si estuviesen viendo a 2 chicas
comiéndose un helado de chocolate fabricado por una de ellas. El supervisor vuelve a regañar
a Atila. Me da pena el pobre Atila. Mientras veo cómo el supervisor le está metiendo el
repaso de su vida, me pregunto si no me habré pasado con el pobre chico. Entonces, cuando
el supervisor se está girando después de echarle la bronca y se va a buscar un vaso de agua,
sus ojos se cruzan con los míos. Y tenía esa mirada. Esos ojos porcinos destilaban la ira típica
de quien ha sido ultrajado. Pobre. Alza el puño y, sin que el sonido salga de sus labios puedo
leer “Te vas a cagar”. Sonrío y niego con la cabeza, le señalo a él y, con el móvil acelero la
ejecución del tercer vídeo: siete maromos gritones de cien kilos cada uno reciben goce sexual
de un octavo maromo por turnos. El supervisor se gira y, ya sin miramientos piede a Atila que
le acompañe.
-¡Pero si ha sido Wardog!
-¿Yo?- digo con toda inocencia.
-¡Te he visto!
-¡Ni Wardog ni hostias!- tercia el supervisor- ¡Vente, que vamos a hablar con tu tío, a ver qué
es lo que opina él!
-Wardog, esta me la pagah por mih muelaj-. Me amenaza secamente. Con la voz fría como el
hielo.
-OK, apúntamela.
Y se van por el pasillo, con paso presuroso. Yo me vuelvo a mi puesto y sigo trabajando.
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas, uno para todos, todos aomar o’ulo.
-Hola, Wardog. Soy $Hyperboss.
-¡Hombre, buenos días! ¿Qué se le ofrece?
-Se acaban de ir de mi despacho mi sobrino Atila y su supervisor. Me ha dicho que estaba
viendo porno.
-Sep, eso parece.
-Y mi sobrino dice que no le arreglas nada.
-Correcto, pero eso es porque no hay nada que arreglar, simplemente no sabe hacer la o con
un canuto.
-¿Insinúas que es un inútil?
-Exactamente eso.
-Tú tienes los cojones cuadrados, ¿verdad? ¿No te estoy diciendo que es mi sobrino?
-Bueno, cuadrados no los tengo, la verdad, pero pelados… desde hace mucho.
-Ya veo, ya… y estoy seguro de que lo del porno no ha sido él, que tú has tenido algo que ver.
-Es bonito cuando dos personas, de escalafones distintos en la jerarquía se conocen tan bien.
-Pues chico, muchas gracias-. Toma ya. Ahora sí que me ha pillado. Y yo a la defensiva…
-De nada, para eso estamos.
-No, en serio, es que me lo endosó mi hermana, que le hiciera el favor porque el chico no
encuentra trabajo en ningún sitio. Pero es que es un vago redomado y un niño mimado. Esto
que ha pasado me ha venido de perlas para tener una excusa y librarme de él.
-No me extraña.
-Y el tío es que no quiere nada más que estar en la oficina, porque sería una vergüenza para
él trabajar en una obra o de reponedor o cualquier otra cosa.
-Pues no le vendría mal una curita de humildad.
-Ya, pero… ahora que se busque la vida, ya he dado orden de que lo despidan.
-Hombre, no creo yo que sea necesario tanto…
-¿A qué te refieres?
-A darle un puesto del que dependerá la buena marcha de los demás.
-¿Un puesto de directivo?
Después de hablar con $Hyperboss, quedamos en que no le despedirían. Yo tengo mi
corazoncito y no quisiera que se fuera a la calle con la vergüenza de tener que soportar los
comentarios de la gente, que es muy cruel y conseguir que te echen de la empresa de tu tío
tiene miga. No. Que no sea por mí que se quede sin trabajo.
-¿Pero otra vez, Wardog?
-¿Qué pasa? ¡Lo he perdido!
-Tú no tienes sentimientos.
-Oye, para eso se creó el puesto, ¿no?
-No tienes sentimientos, macho. Estás hueco.
-Que sí que tengo, pero es que siempre me los dejo en casa.
¡Bip bup bip!
-¿Dígame?
-Hola Atila, buenos días otra vez. ¿Tenemos correo?
-Pesaíto ereh con el correo, Wardog.
-En absoluto, simplemente me preocupo. ¿Has mirado en la bandeja de entrada?
-Mira que se lo digo a…
-A tu tío, sí. Ejem. Vale, y oye, que necesito un lápiz, que he perdido el mío.
-Ahora te lo llevo.
-Me corre mucha prisa, por favor.
-¡Te lo llevaré cuando pueda!
-Vale, vale, tranquilo, luego te llamo a ver si estás más desahogado.
-¡Que no llameh má! ¡Que ya te lo llevo joder!
-Gracias, hombre, no esperaba menos de un tío tan entregado a su trabajo.
Clic.
-Wardog, el día que se de cuenta de que no pierdes los lápices la vais a tener.
-Nah, si este muchacho es un cacho pan.
-Lo que no sé es cómo siendo el sobrino del $Hyperboss está repartiendo el correo y el
material de oficina.
-Misterios de la vida, tú. Hay que empezar desde abajo, ¿no?
Al rato llega Atila por el pasillo, me da mi lápiz y se va de mala gana, mirando al suelo.
-Atila, ¿has mirado si, por casualidad teníamos correo?
-¡Sí! ¡Y no teníais nada! ¡Ya está bien!
-Vale, si acaso ves que tienes algún problema con el correo, me llamas, ¿eh?
-¡Pero si no tengo ordenador!
-Uy. Mejor así, ¿no?
Se gira sin mediar palabra y cierra de un portazo. Mira tú por dónde, hemos creado un puesto
de trabajo y un trabajador feliz. Y bueno, Atila que se joda.
¡Dónde están mis datos!
¡Bimbambidubi! ¡Dubi!
-Sistemas de lunes, todo lo que diga será utilizado en su contra.
-¡Hola Wardog!
-Hola Fluffy. ¿Qué tal va la cosa por ahí?
-Bien, bien, ya va mejor la cosilla. Te llamo por una consulta técnica.
-Dime.
-Verás, tengo un pen drive que ha perdido todos los datos.
-Ah, pues nada, pásale una herramienta de recuperación de datos y a correr.
-No, si es que el sistema reconoce que es un disco pero no ve el volumen. No se puede
acceder a la unidad…
-Y por lo tanto, no puedes correr la herramienta de recuperación.
-Exacto.
-Pues hala, formatea a bajo nivel a ver si cuela.
-Es que los datos se tienen que recuperar sí o sí.
-Uy. ¿De quién es el pen drive? Porque tuyo no es, seguro.
-Es de Lucky.
-Acabáramos… pásamelo.
-¿Por?
-Porque esto huele a chamusquina.
-Vale, te lo paso.
¿Qué hace Lucky con un pen drive? ¿Qué contenía?
-¿Diga?
-Hola, Lucky, soy Wardog.
-¿Qué Wardog?
-Wardog.
-¡Ah! Hola, ¿qué pasa?
Me encanta el funcionamiento del cerebro de un luser.
-Pues que dice Fluffy que se te ha roto un pen drive.
-¡Ay virgen santa! ¡Ay virgen pura! ¡Sí! Se me ha roto y ahora no puedo sacar los datos que
tiene.
-Y esos datos no están en el servidor, en tu carpeta personal.
-No, porque son muy importantes.
-Tan importantes como para que no se haga copia de seguridad de los mismos…
-¿Que no se hace copia de seguridad del pen drive?
-No.
-¿Pero cómo hacéis eso? ¡Habráse visto! ¡Vaya informáticos!
-No podemos hacer copia de seguridad de lo que no sabemos que existe, señor mío.
-¡Es que si os digo que tengo un pen drive con información importante me la robáis!
-¿Ves? Pues al no saberlo, ni te la robamos ni hacemos backup.
-Ya…
-¿Y quién te ha dado el pen drive ese?
-Lo compré yo. ¡Diez eurazos me costó!
-Ahm. Y dime, ¿dónde lo guardas?
-Pues en el bolso de la comida.
-Al lado del móvil, seguro.
-Pues claro, tengo un bolsillo para todos los aparatos.
-Muy bien, muy bien. Y cuando calientas la comida, hala, al ladito del microondas.
-Sí. ¿Pasa algo?
-No, no pasa nada, hombre. Una cosita, cuando te vas a casa, ¿qué haces con él? ¿Lo metes
en tu ordenador?
-No, lo dejo en el coche para que no se me olvide.
-Ah, muy bien-. Hala. Lo mismo da que el coche se ponga a 50º en verano que a -15º en
invierno. Con dos cojones.- Y dime, ¿se ha mojado alguna vez?
-¡Claro que no!
-¿Seguro?
-Bueno, una vez me lo guardé en el pantalón y mi madre lo lavó sin querer. Pero lo sequé muy
bien.
-Vaya por $Deity. Menos mal que lo secaste muy bien.
-¿Entonces? ¿Me lo arreglais o qué?
-Está difícil. Cuando quitas el pen drive, ¿le das a “Quitar hardware con seguridad”?
-No, no sé que es eso. No me digas que se ha roto por eso.
-Pues sí. De eso se ha roto, macho. Seguro, además.
-¡Si es que no me explicáis las cosas!
-Ya ves. Somos unos hijos de puta desalmados.
-¿Y no podéis hacer nada?
-Pásame con Fluffy, que le digo lo que tiene que hacer.
-¡Ay virgen santa! ¡Ay virgen pura! ¡No gano yo para disgustos con los informáticos!
Espero a que Fluffy coja el teléfono.
-Sistemas…
-Fluffy, que ya sé qué ha pasado.
-¿Qué ha sido?
-Que no desmontaba el pendrive.
-Venga ya.
-Bueno, eso y que el pobre cacharro ha sido lavado, bombardeado con ondas
electromagnéticas, expuesto a temperaturas extremas y sospecho que golpeado, pisoteado y
mordido.
-¡Jojojojo! ¿Y cómo recuperamos entonces la información?
-¿Qué información?
-Coño, la del pen.
-¿Qué pen?
-¡El de Lucky!
-¿Ese que no está en el inventario? ¿Ese que no le has dado tú? ¿El que supuestamente tiene
información confidencial de la empresa guardada que no está en los servidores y que Lucky
se llevaba a su casa?
-Sí, ese…
-Pues nada, se lo dices al $Boss.
-Sí hombre… para que me eche la bronca del siglo.
-Ntchs… chico, piensa en el BOFH-Zen. ¿Serás tú el culpable de que alguien ande robando
información confidencial?
-Pobre Lucky.
-Que no te atenacen los remordimientos. Tú no juegas con la contabilidad. Que no jueguen a
informáticos. Y capa todos los USBs para que no metan unidades de disco. Verás que bien.
Siempre hay alguno que [la] caga más alto.
El trato con lusers una tarea que requiere de habilidades que se han de adquirir con el
tiempo. No es que sea algo complicado, pero hay que desarrollar el tacto. Para saber si la
hostia se la das en la cara o es mejor castigarle el hígado.
Con el tiempo, uno aprende a reconocer el tipo de luser que tiene delante- o al otro lado del
teléfono- sólo con escucharle durante treinta segundos. Es tiempo mas que suficiente para
saber si es imbécil hasta hacer que te preguntes cómo puede seguir vivo y con todas las
extremidades completas; si es un peligroso luser-pro convencido de que saber pronunciar
“password” y “dirección IP” le convierte en un experto en informática que puede permitirse
poner en duda tu juicio profesional y un poquito el sentido común. Treinta segundos son más
que suficientes para identificar a uno del género Tolotuerzo, identificable porque, dadas tres
intrucciones simples relacionadas con alguna tarea de ofimática, por ejemplo, pueden
descompensar el clima con tal brusquedad que se desate un maremoto en Valladolid. El
modelo “Anarrosa” te cuenta su vida como si de ello dependiese la solución a sus
tribulaciones. Cada administrador de sistemas tiene su propio faunario, o incluso su propio
jardin botánico de lusers en los casos más extremos. De hecho yo cuido de de varios ficus con
gafas y de media docena de acelgas con corbata.
Pero lo curioso, y definitivamente sorprendente de esta profesión es que siempre terminas
sorprendiéndote. Y pocas veces la sorpresa resulta gratificante, muchas veces, ni siquiera
agradable.
Jane Hollyshit es un caso excepcional. Un sólo ser vivo ha conseguido agrupar en un único
organismo todos los caracteres de todos los lusers documentados en la Enciclopedia
Wardogciana De Lusers Autóctonos, aparentemente sin desarrollar tumores y sin peligro
evidente para su integridad estructural.
La verdad es que la primera vez que le cogí el teléfono me quede sin palabras y
profundamente desconcertado al no poder catalogarla en los primeros treinta segundos. Eso
me produjo un desasosiego al que no estoy acostumbrado. Kilminds se había covertido en un
lugar conocido, manejable y predecible en lo que a lusers se refiere. Me habia vuelto
comodón. Al final tendré que darle las gracias al $Boss y todo.
¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi!
-Sistemas… Le atiende Wardog, ¿qué llevas puesto?
-Hola, Wardog, pues llevo un suéter amarillo y pantalones negros. Y me he puesto los zapatos
amarillos para que me hagan juego con el sueter.
-Estupendo. ¿Cuál es el problema?
-Pues que los zapatos me aprietan un poco porque son nuevos.
-Me refiero con tu ordenador, criatura.
-¡Ah! Como preguntabas por la ropa pensé que podía ser importante.
-No mucho, si no te importa parecer una abeja, por el vestuario y otras cosas
-…
-Señorita Hollyshit, ¿su problema?
-…
-¡Bzzzzzzzz!
-¡Ah si, el problema!
Joder, realmente entiende el idioma de las abejas. Lo que me queda por aprender.
-Pues es que estoy con un seguro de crédito… ¿Sabes algo de eso?
-Nada.
-Bueno, da lo mismo, no tiene nada que ver con eso.
Cojonudo, esto va a ser largo.
-Bueno, el caso es que estoy haciendo seguro de crédito para una operación en la pagina de
la aseguradora… Y no he podido terminarlo.
-Pero no has dicho que no tenia nada que ver?
-No, si no he podido terminarlo porque he tenido que salir…
-A libar dulce, dulce néctar…- Exasperante.
-No, al baño.
Inmune al sarcasmo. Esto va a ser duro. Muy duro.
-¿Y el problema ha surgido en el baño?
-No, al volver.
-Y me lo vas a contar ya o espero a que publiques el libro?
-¡Chico! ¡Que prisas!
-Mujer, que tengo trabajo, pero si quieres puedo dejar el teléfono sobre la mesa y se lo
cuentas a Oxígeno, Nitrógeno, Dióxido de Carbono, Argón y sus colegas voladores.
-¡Me encanta esa cancion!
Jodeeeer. Click. Hala, a tomar por culo.
¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi!
-Sistemas…
-Se ha cortado, deberías mirar la centralita, parece que el protocolo TCP/IP está inestable hoy.
-Así que el protocolo TCP/IP está inestable hoy…- repito mirando a El Maquina II, que se rie por
lo bajo. – Lo miraré más tarde. ¿Te has decidido a contarme el problema con tu ordenador?
-¡Hala! ¿Cómo sabes que es con el ordenador?
-Porque si fuese con la batidora hubieses llamado a mi compañero. Venga, dispara.
-Pues veras, tengo la fuente de alimentación estropeada… Tienes que cambiármela.
Ping admon76. Intro.
Respuesta desde…
Respuesta desde…
Respuesta desde…
CTRL+C
-Tu fuente de alimentación funciona perfectamente.
-¡Pues no! ¡No funciona!- Me grita indignadísima.
-Perdón. Pero tu ordenador esta encendido, luego la fuente funciona.
-¿Qué tendra que ver?
-Todo. Si no hay fuente de alimentación, no hay ordenador encendido.
-Madre mía, qué tecnicos contratan en esta empresa. Si la fuente se rompe, el ordenador
aguanta encendido con la pila del reloj. Parece mentira que no lo sepas…
-Claro, claro… Y tú tomas vitaminas para ser así de bestia, Maya mia. En fin, dejémonos de
besugadas y dime qué es lo que no puedes hacer.
-Pues como la fuente está rota- y dale Perico al torno- no puedo imprimir.
-Espera…
-¿Que haces?
-Esperando a que implosiones. Tanta burrada junta tiene que tener alguna consecuencia.
Seguro.
-¿Me lo miras?
-Bien, dime qué impresora quieres usar.
-La S16.
-Esa no existe.
-Pues yo la estoy viendo ahora mismo.
-Perdona, quería decir que eso no es una impresora, sino un SAI. La S es de SAI
-Pues siempre imprimo por la SAI.
-No, imprimes por la impresora de al lado, la I174.
-Ah, ya veo el letrero, no me habia fijado.
-Mea culpa, deberia haber usado un rótulo luminoso en vez de un A3. Da igual. Dime, qué
prograna estás usando para imprimir?
-El WordExcel.
-Ah, sí, muy completo. Dale a archivo, imprimir y dime qué impresora tienes seleccionada.
-Aquí no pone nada de imprimir. Pone copiar, pegar, buscar…
-Un poquito más a la izquierda. Por el amor de $Deity.
-Ah, es que no se ve bien, como está la fuente offline…
-Lo que tu quieras. Dime qué impresora tienes seleccionada.
-I174.
-Pues dale a imprimir, y si no te sale, llamas otra vez.
-¡Pero la fuente…!
Click. Conecto con la impresora y miro los trabajos enviados. Admon 76 ha enviado Doc1.doc
y se ha impreso correctamente. ¡Por fin, vamos a trabajar!
¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi! ¡Bimbanbidubi! ¡Dubi!
Pues no.
-Sistemas…
-Que no sale.
-Mentira cochina. Algo ha debido salir.
-Pues no, no ha salido nada.
-Insisto, esa impresora ha sacado… Siete hojas.
-¡Si! ¡Pero todas en blanco!
-Vaya, espera.
Conecto de nuevo con la impresora y reviso los niveles de los cartuchos. Están algo más de
mediados. No deberia haber problemas.
-¿Hollyshit?
-Dime.
-A la impresora no le pasa nada. Mándame le documento por email para examinarlo.
-¿Y eso como se hace?
-Creas un nuevo mensaje, en la dirección pones sistemas2@suprakillminds.com, le das a
adjuntar, buscas el documento, lo seleccionas y lo envías.
-Vale. ¿Y eso lo puedo hacer sin fuente de alimentación?
Jodeeeeer…
-Sí, la pila aguantará, no te preocupes, es súper uranio enriquecido.
-Vale, vale… Pero…
Clic. Necesito beber algo. Bajo a la máquina de refrescos y saco una fanta de limón,
maldiciendo al que dijo que el whisky en lata no tenía mercado.
Vuelvo al despacho y ya tengo un email de Jane Hollyshit. Y con adjunto. Lo abro. Joder, ¿un
MP3?
Respondo al email pidiéndole que me mande el documento de WordExcel y no lo que le salga
de los cojones. Treinta segundos después, me llama ofendidísima por el tono del email.
-¡Es que no se que documento quieres que te mande!
-Ni yo por qué sigues consciente. Deja, ya lo cojo yo.
Me hago una copia del fichero en cuestión y lo abro en mi equipo. Nada, está en blanco: siete
hojas en blanco.
-Oye, este documento está en blanco.
-No.
-Sí.
-Te digo yo que no. A veces las cosas no son lo que parecen- me dice con un tono de
suficiencia y misterio que me produce arcadas.
No me jodas. Pincho y arrastro con raton acordándome fugazmente de Llantitos y de hecho se
revela una relación de números y conceptos, nombres de empresas y otros datos. Deduzco de
todo ello que es un plan estratégico de adquisición de varias empresas. De eso y de la
portada del documento que reza “Plan estratégico segundo semestre 2009″.
-Mira, Hollyshit, lo que le pasa al documento es que tiene el color de las letras en blanco.
Para evitarnos demoras a los dos, voy a ser amable ya reenviártelo con el texto en negro para
que lo puedas imprimir…
-¡No! ¡Ni se te ocurra!- grita asustada, histérica y agobiada, todo junto.
-Pues en rosa.
-¡No! ¡De ningún color!
-Pues no sé como lo vas a imprimir entonces, hija.
-Pues en blanco, en cuanto me arregles la fuente de alimentación.
Ya está bien.
-Mira, ya me he cansado de tonterías. La puta fuente no tiene nada que ver con la estupidez,
o tal vez si, pero independientemente de eso, la impresora no te sacará nada a menos que lo
imprimas de color. De cualquier color.
-¡Pero es que no puedo!
El tono de su lamento me dice que realmente no puede. Algo se lo impide.
-No puedes. Por que no puedes?
-¿Puedo confiar en tí?
-No te queda otra.
-Está bien. Es que es un documento secreto, me han pedido que lo redacte con la máxima
discrección y que no lo vea nadie. Ya me he arriesgado demasiado enviándote una cancion de
Álex Ubago.
-Aplastante lógica, moza. El documento es tan secreto que aunque lo imprimas, no se ve.
¡Buen trabajo!
-Es que…- su voz es un susurro- lo que quiero es que sólo se vea al trasluz.
-Tú eres idiota.
-¡No! ¡Lo he visto en las peliculas! ¡Cuando la tinta se seque, solo se ve al trasluz!
-Pues en el mundo real no se puede.
-Si me cambiases la fuente de alimentación…
-¿Pero para qué? ¡Si la fuente de alimentacion no tiene nada que ver con la impresora!
-¡Como que no! Si estuviese en condiciones, imprimiría con más fuerza y el texto se vería al
trasluz!
Hay veces que uno no se hace ni la más remota idea de dónde carajo sacan esas ideas. Yo es
que alucino pepinillos.
-Oye, ¿tu tienes trato directo con la direccion?
-Pues claro. ¿Tu que te crees?
-Me creo que te faltan catorce tornillos, una brida y una silla de montar.
Pero mira, vamos a hacer una cosa. Vas, les cuentas tu plan secreto y les dices de mi parte
que he dicho que eres gilipollas. Porfa.
Clic.
Lo que me queda por ver en esta vida, la hostia.